Antiguo Testamento

Salida de Ezequiel en señal de la cautividad

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Ezequiel > Salida de Ezequiel en señal de la cautividad (26:12:1 - 26:12:28)

Vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:

“Oh hijo de hombre, tú habitas en medio de una casa rebelde. Ellos tienen ojos para ver y no ven, y tienen oídos para oír y no oyen, porque son una casa rebelde.

Por tanto, tú, oh hijo de hombre, prepárate un equipaje de cautivo, y sal cautivo de día, ante su vista. Sal como cautivo de tu lugar a otro lugar, ante su vista. Quizás lo consideren, porque son una casa rebelde.

En pleno día, ante su vista, sacarás tu equipaje como si fuera equipaje de cautivo, y te irás al anochecer ante su vista, como los que son sacados en cautividad.

Perfora el muro ante su vista y sal por él.

Ante su vista llevarás el equipaje sobre tus hombros. Saldrás en la penumbra; cubrirás tu cara para no ver la tierra, porque te he puesto como señal para la casa de Israel.”

E hice así como me fue ordenado: Saqué de día mi equipaje, como equipaje de cautivo, y al anochecer perforé el muro con mis propias manos. Salí en la penumbra, y llevé mi equipaje sobre los hombros, ante su vista.

Entonces, por la mañana, vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:

“Oh hijo de hombre, ¿no te han preguntado los de la casa de Israel, esa casa rebelde, qué estás haciendo?

Diles que así ha dicho el Señor Jehovah: Esta profecía es para el gobernante en Jerusalén, y para toda la casa de Israel que está en medio de ella.

Diles: Yo soy una señal para vosotros; así como yo he hecho, les será hecho a ellos. Irán en cautividad, en cautiverio.

El gobernante que está en medio de ellos alzará sus cosas al hombro en la penumbra y saldrá. Perforarán el muro para salir por él. Cubrirá su cara para no ver la tierra con sus ojos.

Pero extenderé mi red sobre él, y quedará atrapado en mi trampa. Lo traeré a Babilonia, a la tierra de los caldeos, pero no la verá, y allí morirá.

A todos los que estén alrededor de él, sus ayudantes y todas sus tropas, los esparciré a todos los vientos, y tras ellos desenvainaré la espada.

Y sabrán que yo soy Jehovah, cuando los disperse entre las naciones y los esparza por los países.

Pero haré que unos pocos de ellos escapen de la espada, del hambre y de la peste, para que cuenten acerca de todas sus abominaciones entre las naciones a donde lleguen. Y sabrán que yo soy Jehovah.”

Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:

“Oh hijo de hombre, come tu pan con temblor y bebe tu agua con estremecimiento y angustia.

Dirás al pueblo de la tierra que así dice el Señor Jehovah a los habitantes de Jerusalén, acerca de la tierra de Israel: Comerán su pan con angustia, y beberán su agua con horror, porque la tierra será desolada de su plenitud a causa de la violencia de todos los que viven en ella.

Las ciudades habitadas serán arruinadas, y la tierra será una desolación. Y sabréis que yo soy Jehovah.”

Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:

“Oh hijo de hombre, ¿qué refrán es éste que tenéis vosotros acerca de la tierra de Israel, que dice: Los días se prolongan, y toda visión se desvanece?

Por tanto, diles que así ha dicho el Señor Jehovah: Haré cesar este refrán, y no lo pronunciarán más en Israel. Más bien, diles que se han acercado los días y el cumplimiento de toda visión,

pues no habrá más falsa visión ni adivinación lisonjera en medio de la casa de Israel.

Porque yo, Jehovah, hablaré; la palabra que hablaré se cumplirá. No habrá más dilación, pues en vuestros días, oh casa rebelde, diré la palabra y la cumpliré,” dice el Señor Jehovah.

Y vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:

“Oh hijo de hombre, he aquí que los de la casa de Israel dicen: La visión que éste ha visto es para después de muchos días; éste profetiza para tiempos remotos.

Por tanto, diles que así ha dicho el Señor Jehovah: No habrá más dilación para ninguna de mis palabras. La palabra que hable se cumplirá,” dice el Señor Jehovah.

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Condenación de los falsos profetas

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Ezequiel > Condenación de los falsos profetas (26:13:1 - 26:13:23)

Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:

“Oh hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan. Di a los que sólo profetizan lo que hay en sus propios corazones: Escuchad la palabra de Jehovah.

Así ha dicho el Señor Jehovah: ¡Ay de los profetas insensatos que andan tras su propio espíritu, y que nada han visto!

Oh Israel, como zorras entre las ruinas han sido tus profetas.

Vosotros no habéis subido a las brechas ni habéis levantado un muro alrededor de la casa de Israel, de modo que pueda prevalecer en la batalla en el día de Jehovah.

Ellos ven vanidad y adivinación mentirosa. Dicen: Así dice Jehovah, pero Jehovah no los ha enviado. ¡Con todo, esperan que él confirme las palabras de ellos!

¿Acaso no es vana la visión que habéis visto, y no es mentira la adivinación que habéis pronunciado? Porque decís: Jehovah dice, sin que yo haya hablado.

Por tanto, así ha dicho el Señor Jehovah, porque habéis hablado vanidad y habéis visto mentira; por eso, he aquí yo estoy contra vosotros, dice el Señor Jehovah.

Mi mano estará contra los profetas que ven vanidad y adivinan mentira. Ellos no estarán en el consejo de mi pueblo. No serán inscritos en el registro de la casa de Israel, ni volverán al suelo de Israel. Y sabréis que yo soy el Señor Jehovah.

“Por tanto, porque han extraviado a mi pueblo diciendo: ¡Paz!, cuando no hay paz, y porque mientras él edifica el muro, ellos lo recubren con cal,

di a los que lo recubren con cal, que caerá. Vendrá una lluvia torrencial, caerán piedras de granizo y se desencadenará un viento huracanado.

Y he aquí que el muro caerá. ¿Acaso no os dirán: ¿Dónde está, pues, la cal con que lo recubristeis?

Por tanto, así dice el Señor Jehovah, a causa de mi ira haré que se desate un viento huracanado. Por mi furor habrá lluvia torrencial, y piedras de granizo con furia, para destruir.

Así destruiré el muro que vosotros habéis recubierto con cal; lo echaré a tierra, y su cimiento quedará al descubierto. Y cuando caiga, vosotros seréis exterminados en medio de la ciudad. Y sabréis que yo soy Jehovah.

Así desahogaré mi ira en el muro y en los que lo recubrieron con cal. Y os diré: Ya no existe el muro ni aquellos que lo recubrieron,

los profetas de Israel que profetizan a Jerusalén y ven visiones de paz, cuando no hay paz, dice el Señor Jehovah.

“Y tú, oh hijo de hombre, pon tu rostro contra las hijas de tu pueblo que profetizan lo que hay en sus propios corazones. Profetiza contra ellas,

y diles que así ha dicho el Señor Jehovah: ¡Ay de aquellas que cosen cintas sobre las muñecas de las manos, y que para cazar las almas hacen velos de todo tamaño para las cabezas! ¿Habréis de cazar las almas de mi pueblo y preservaréis vuestra propia vida?

Me habéis profanado entre mi pueblo por puñados de cebada y por pedazos de pan, dando muerte a las personas que no debían morir y dando vida a las personas que no debían vivir, mediante el mentir a mi pueblo que escucha la mentira.

“Por tanto, así ha dicho el Señor Jehovah: He aquí, yo estoy contra vuestras cintas con que cazáis las almas como aves. Las arrancaré de vuestros brazos y dejaré ir libres como aves las almas que cazáis.

Asimismo, romperé vuestros velos y libraré a mi pueblo de vuestra mano. No estarán más al alcance de vuestras manos cual presa de caza. Y sabréis que yo soy Jehovah.

Por cuanto en vano habéis causado dolor al corazón del justo, al cual yo no causé dolor, y habéis fortalecido las manos del pecador para no apartarlo de su mal camino a fin de librar su vida.

Por tanto, ya no veréis más visiones vanas, ni volveréis a proferir adivinación; yo libraré a mi pueblo de vuestras manos. Y sabréis que yo soy Jehovah.”

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Juicio contra los idólatras que consultan al profeta

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Ezequiel > Juicio contra los idólatras que consultan al profeta (26:14:1 - 26:14:11)

Algunos hombres de los ancianos de Israel vinieron a mí y se sentaron delante de mí.

Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:

“Oh hijo de hombre, estos hombres han erigido sus ídolos en sus corazones y han puesto delante de sus rostros aquello que les hace caer en la iniquidad. ¿Habré yo de ser consultado por ellos?

Por tanto, háblales y diles que así ha dicho el Señor Jehovah: A cualquier hombre de la casa de Israel que haya erigido sus ídolos en su corazón, que haya colocado delante de su rostro aquello que le hace caer en la iniquidad, y que luego acuda al profeta, yo Jehovah me dignaré responderle como merece la multitud de sus ídolos,

a fin de prender a la casa de Israel en su propio corazón. Porque todos ellos se han apartado de mí por causa de sus ídolos.

“Por tanto, di a la casa de Israel que así ha dicho el Señor Jehovah: Arrepentíos y volved de vuestros ídolos; apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones.

Porque cualquiera de los de la casa de Israel, o de los extranjeros que residen en Israel, que se haya apartado de en pos de mí, que haya erigido sus ídolos en su corazón, que haya colocado delante de su rostro aquello que le hace caer en la iniquidad, y que luego acuda al profeta para consultarle acerca de mí, yo, Jehovah, le responderé por mí mismo.

Fijaré mi rostro contra aquel hombre, lo convertiré en señal y refrán, y lo eliminaré de entre mi pueblo. Y sabréis que yo soy Jehovah.

“En cuanto al profeta que sea inducido y hable algo, yo, Jehovah, habré inducido a tal profeta. Extenderé mi mano sobre él y lo eliminaré de en medio de mi pueblo Israel.

Ellos cargarán con su iniquidad: Como la iniquidad del que consulta, así será la iniquidad del profeta;

para que los de la casa de Israel no se desvíen más de en pos de mí, ni se contaminen más con todas sus transgresiones. Así ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios,” dice el Señor Jehovah.

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Justicia del castigo de Jerusalén

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Ezequiel > Justicia del castigo de Jerusalén (26:14:12 - 26:14:23)

Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:

“Oh hijo de hombre, si una tierra peca contra mí cometiendo grave infidelidad, y yo extiendo sobre ella mi mano y quebranto su sustento de pan, y le envío hambre, y extermino en ella a hombres y animales;

si en medio de ella estuviesen estos tres hombres: Noé, Daniel y Job, por su justicia ellos librarán sólo sus propias vidas, dice el Señor Jehovah.

Si yo hago pasar fieras dañinas por la tierra, y éstas la privan de sus habitantes, y ella queda desolada, de modo que no haya quien pase por ella a causa de las fieras;

si estos tres hombres estuviesen en medio de ella, ¡vivo yo, que ni a sus hijos ni a sus hijas librarían!, dice el Señor Jehovah. Ellos solos se librarían, pero la tierra sería una desolación.

Y si os traigo espada sobre la tierra y le digo: ¡Espada, pasa por la tierra!, y extermino en ella a hombres y animales;

aunque estos tres hombres estuviesen en medio de ella, ¡vivo yo, que no librarían ni a sus hijos ni a sus hijas!, dice el Señor Jehovah. Ellos solos se librarían.

Y si envío peste sobre la tierra, y sobre ella derramo mi ira con sangre, para exterminar en ella a hombres y animales,

aun si Noé, Daniel y Job estuviesen en medio de ella, ¡vivo yo, que no librarían ni un solo hijo ni una sola hija!, dice el Señor Jehovah. Ellos, por su justicia, librarían sólo sus propias vidas.”

Porque así ha dicho el Señor Jehovah: “¡Con mayor razón, si yo envío mis cuatro juicios terribles—espada, hambre, fieras dañinas y peste— contra Jerusalén, para exterminar en ella a hombres y animales!

Sin embargo, he aquí todavía quedarán en ella sobrevivientes, hombres y mujeres, que serán sacados fuera. He aquí que ellos saldrán a vosotros, y veréis su conducta y sus hechos. Y seréis consolados del mal que habré traído sobre Jerusalén, de todas las cosas que habré traído sobre ella.

Ellos os consolarán cuando veáis su conducta y sus hechos, y conoceréis que no es sin causa todo lo que habré hecho en ella,” dice el Señor Jehovah.

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Jerusalén es como una vid inútil

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Ezequiel > Jerusalén es como una vid inútil (26:15:1 - 26:15:8)

Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:

“Oh hijo de hombre, ¿qué es la madera de la vid, comparada con la madera de cualquier otra rama de los árboles del bosque?

¿Tomarán de su madera para hacer algún objeto? ¿Tomarán de ella siquiera una estaca para colgar de ella cualquier utensilio?

He aquí que más bien es echada al fuego para ser consumida; el fuego consume sus dos extremos, y su parte de en medio es abrasada. ¿Servirá para hacer algún objeto?

He aquí que cuando estaba íntegra, no servía para hacer ningún objeto; ¡cuánto menos podrá servir para hacer algún objeto después que el fuego la haya abrasado y haya sido consumida!

“Por tanto, así ha dicho el Señor Jehovah: Como a la madera de la vid entre los árboles del bosque, que eché al fuego para ser consumida, así haré a los habitantes de Jerusalén.

Pondré mi rostro contra ellos; salieron del fuego, pero el fuego los devorará. Y sabréis que soy Jehovah, cuando ponga mi rostro contra ellos.

Convertiré la tierra en desolación, porque cometieron infidelidad,” dice el Señor Jehovah.

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