Profecía contra Gog
Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Ezequiel > Profecía contra Gog (26:38:1 - 26:28:19)
Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
“Oh hijo de hombre, pon tu rostro hacia la tierra de Magog, contra Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal. Profetiza contra él,
y di que así ha dicho el Señor Jehovah: He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal.
Te haré dar vuelta y pondré ganchos en tus quijadas. Te sacaré a ti y a todo tu ejército—caballos y jinetes, todos vestidos a la perfección—, una gran multitud con escudos y defensas, llevando todos ellos espadas.
Persia, Etiopía y Libia estarán con ellos; todos ellos con escudos y cascos.
Estarán contigo Gomer y todas sus tropas; Bet-togarma, de los confines del norte, con todas sus tropas, y muchos otros pueblos.
Alístate y prepárate, tú con toda la multitud que se te ha congregado, y sé tú su guarda.
De aquí a muchos días serás convocado. Al cabo de años vendrás a la tierra restaurada de la espada y recogida de entre muchos pueblos, contra los montes de Israel, que continuamente han sido objeto de destrucción. Sus habitantes han sido sacados de entre las naciones, y todos ellos habitan confiadamente.
Tú subirás; vendrás como una tempestad y serás como una nube que cubre la tierra, tú con todas tus tropas, y muchos pueblos contigo.”
Así ha dicho el Señor Jehovah: “En aquel día sucederá que subirán palabras a tu corazón, y concebirás un plan malvado.
Dirás: Subiré contra una tierra indefensa; iré a un pueblo tranquilo que habita confiadamente. Todos ellos habitan sin murallas, y no tienen cerrojos ni puertas.
Esto será para tomar botín y para hacer saqueo, para volver tu mano contra las ruinas que han vuelto a ser habitadas, contra el pueblo que ha sido recogido de entre las naciones, el cual se hace de ganado y de posesiones, y habita en el centro de la tierra.
Saba, Dedán, los mercaderes de Tarsis y todas sus aldeas te preguntarán: ¿Has venido para tomar botín? ¿Has reunido tu multitud para hacer saqueo, para llevarte la plata y el oro, para tomar el ganado y las posesiones, para tomar un gran botín?
“Por tanto, oh hijo de hombre, profetiza y di a Gog que así ha dicho el Señor Jehovah: En aquel día, cuando mi pueblo Israel habite confiadamente, ¿no lo sabrás tú?
Vendrás de tu lugar, de los confines del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos a caballo, una gran multitud, un numeroso ejército.
Y subirás contra mi pueblo Israel como nube para cubrir la tierra. Ocurrirá en los postreros días. Yo te traeré contra mi tierra para que las naciones me conozcan cuando yo muestre mi santidad en ti, oh Gog, ante su vista.”
Así ha dicho el Señor Jehovah: “¿Eres tú aquel de quien hablé en los días del pasado por medio de mis siervos los profetas de Israel, quienes en aquellos días y años profetizaron que yo te habría de traer contra ellos?
“Ocurrirá en aquel día, cuando Gog venga contra la tierra de Israel, dice el Señor Jehovah, que estallará mi ira en mi rostro.
Porque en mi celo y en el fuego de mi indignación digo que en aquel día habrá un gran terremoto en la tierra de Israel.
Y temblarán ante mi presencia los peces del mar, las aves del cielo, los animales del campo, todo reptil que se desplaza sobre la tierra y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra. Los montes serán destruidos, y caerán los declives; toda muralla caerá a tierra.
En todos mis montes llamaré a la espada contra Gog, dice el Señor Jehovah. Y la espada de cada uno estará contra su hermano.
Con peste y con sangre entraré en juicio contra él. Sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él haré caer lluvia torrencial, piedras de granizo, fuego y azufre.
Mostraré mi grandeza y mi santidad. Así me daré a conocer ante los ojos de muchas naciones. Y sabrán que yo soy Jehovah.
“Tú, pues, oh hijo de hombre, profetiza contra Gog y di que así ha dicho el Señor Jehovah: He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal.
Te haré dar vuelta y te conduciré. Te haré subir desde los confines del norte y te traeré a los montes de Israel.
Romperé tu arco en tu mano izquierda y haré que caigan las flechas de tu mano derecha.
Sobre los montes de Israel caerás tú con todas tus tropas y los pueblos que están contigo. Te he dado por comida a las aves de rapiña, a las aves de toda especie y a los animales del campo.
Sobre la superficie del campo caerás, porque yo he hablado, dice el Señor Jehovah.
“Enviaré fuego sobre Magog y sobre los que habitan con seguridad en las costas. Y sabrán que yo soy Jehovah.
Daré a conocer mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más permitiré que mi santo nombre sea profanado. Y sabrán las naciones que yo soy Jehovah, el Santo de Israel
“¡He aquí que viene y se cumplirá!, dice el Señor Jehovah. Este es el día del cual he hablado.
Entonces saldrán los habitantes de las ciudades de Israel, y encenderán fuego y harán arder las armas: los escudos y las defensas, los arcos y las flechas, las jabalinas y las lanzas. Y con ellas harán fuego durante siete años;
no recogerán leña del campo ni la cortarán de los bosques, sino que prenderán el fuego con las armas. Así despojarán a los que los despojaron, y saquearán a los que los saquearon, dice el Señor Jehovah.
“Sucederá en aquel día que yo daré a Gog un lugar para sepultura allí en Israel, en el valle de los viajeros, al oriente del mar, y obstruirán el paso de los viajeros. Allí sepultarán a Gog y a su multitud, y lo llamarán valle de Hamón-gog.
Y la casa de Israel los estará enterrando durante siete meses, para purificar la tierra.
Todo el pueblo de la tierra los enterrará; para ellos será célebre el día en que yo me glorifique, dice el Señor Jehovah.
he aquí yo traigo contra ti extranjeros, los más crueles de las naciones. Desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría y profanarán tu esplendor.
Te harán descender a la fosa, y morirás como los que son muertos en el corazón de los mares.
¿Osarás decir delante de tu verdugo, a pesar de ser hombre y no Dios: Yo soy un dios? En mano de quienes te atraviesen
morirás a la manera de los incircuncisos, en mano de los extranjeros; porque yo he hablado,” dice el Señor Jehovah.
Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
“Oh hijo de hombre, entona un lamento por el rey de Tiro, y dile que así ha dicho el Señor Jehovah: “¡Tú eras un modelo perfecto, lleno de sabiduría y de completa hermosura!
Estabas en el Edén, el jardín de Dios. Tu vestidura era de toda clase de piedras preciosas: rubí, topacio, diamante, crisólito, ónice, jaspe, zafiro, turquesa y berilo. Y de oro era la hechura de tus encajes y de tus engastes. En el día que fuiste creado fueron preparadas.
Cuando fuiste ungido, yo te puse junto con los querubines protectores. Estabas en el santo monte de Dios, y andabas en medio de piedras de fuego.
Eras perfecto en tus caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se halló en ti maldad.
“A causa de tu gran comercio te llenaron de violencia, y pecaste. Por eso, te expulsé del monte de Dios, y un querubín protector hizo que desaparecieras de en medio de las piedras de fuego.
Tu corazón se enalteció debido a tu hermosura; a causa de tu esplendor se corrompió tu sabiduría. “Yo te he arrojado en tierra; te he puesto como espectáculo ante los reyes.
Por tus muchos pecados y por la iniquidad de tu comercio, profanaste tu santuario. Yo, pues, hice que en medio de ti se desatara y te devorase el fuego. Te convertí en cenizas sobre la tierra ante los ojos de cuantos te observaban.
Todos los que te conocen entre los pueblos se horrorizan a causa de ti. Eres objeto de espanto, y dejarás de ser para siempre.”