Antiguo Testamento

Los hombres de David matan a los gigantes

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Históricos > Primer Libro de Crónicas > Los hombres de David matan a los gigantes (13:20:4 - 13:20:8)

Aconteció después de esto que hubo en Gezer otra batalla contra los filisteos. Entonces Sibecai, de Husa, mató a Sipai, uno de los descendientes de los refaítas. Y ellos fueron sometidos.

Hubo otra batalla contra los filisteos. Entonces Eljanán hijo de Jaír mató a Lajmi, hermano de Goliat el geteo, el asta de cuya lanza era como un rodillo de telar.

Y hubo otra batalla en Gat, donde había un hombre de gran estatura, el cual tenía seis dedos en cada mano y seis dedos en cada pie, veinticuatro en total. El también era un descendiente de Harafa.

El desafió a Israel, pero lo mató Jonatán hijo de Simea, hermano de David.

Estos eran descendientes de Harafa en Gat, y cayeron por mano de David y por mano de sus servidores.

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David censa al pueblo

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Históricos > Primer Libro de Crónicas > David censa al pueblo (13:21:1 - 13:6:30)

Satanás se levantó contra Israel e incitó a David a que hiciese un censo de Israel.

David dijo a Joab y a los jefes del ejército: —Id, contad a los de Israel desde Beerseba hasta Dan, y traedme el número de ellos para que yo lo sepa.

Pero Joab respondió: —¡Que Jehovah añada a su pueblo cien veces más! Oh rey y señor mío, ¿no son todos siervos de mi señor? ¿Para qué procura mi señor hacer esto? ¿Por qué ha de ser motivo de culpabilidad para Israel?

Pero la palabra del rey prevaleció contra Joab. Entonces salió Joab y recorrió todo Israel, y regresó a Jerusalén. Luego Joab dio a David el resultado del censo del pueblo:

Todos los hombres de Israel que sacaban espada eran 1.100.000. (Los hombres de Judá que sacaban espada eran 470.000.)

Joab no incluyó entre éstos a los levitas ni a los hijos de Benjamín, porque el mandato del rey era detestable a Joab.

Este mandato también era malo a los ojos de Dios, quien hirió a Israel.

Y David dijo a Dios: —He pecado gravemente al haber hecho esto. Pero ahora, quita, por favor, el pecado de tu siervo, porque he actuado muy neciamente.

Entonces Jehovah habló a Gad, vidente de David, diciendo:

—Vé y di a David que así ha dicho Jehovah: “Tres cosas te propongo; escoge para ti una de ellas, y yo te la haré.”

Entonces Gad fue a David y le dijo: —Así ha dicho Jehovah:

“Elige para ti tres años de hambre; o ser derrotado durante tres meses ante tus adversarios y que la espada de tus enemigos te alcance; o tres días la espada de Jehovah, es decir, que haya epidemia en el país y el ángel de Jehovah cause destrucción en todo el territorio de Israel.” Ahora pues, mira qué he de responder al que me ha enviado.

Entonces David dijo a Gad: —Estoy muy angustiado. Por favor, caiga yo en mano de Jehovah, porque grande en extremo es su misericordia. Y no caiga yo en mano de los hombres.

Así que Jehovah envió una epidemia a Israel, y cayeron 70.000 hombres de Israel.

Dios envió un ángel a Jerusalén para destruirla. Pero cuando iba a destruirla, Jehovah miró y cambió de parecer acerca de aquel mal. Y dijo al ángel que destruía: —¡Basta ya! ¡Detén tu mano! El ángel de Jehovah estaba junto a la era de Ornán el jebuseo.

Jóaj su hijo, Ido su hijo, Zéraj su hijo, Jeatrai su hijo.

Los hijos de Cohat: Aminadab su hijo, Coré su hijo, Asir su hijo,

Elcana su hijo, Ebiasaf su hijo, Asir su hijo.

Tajat su hijo, Uriel su hijo, Uzías su hijo, Saúl su hijo.

Los hijos de Elcana fueron Amasai y Ajimot;

Elcana su hijo, Zofai su hijo, Najat su hijo,

Eliab su hijo, Jerojam su hijo, Elcana su hijo.

Los hijos de Samuel fueron Joel el primogénito y Abías el segundo.

Los hijos de Merari fueron Majli, Libni su hijo, Simei su hijo, Uza su hijo,

Simea su hijo, Haguías su hijo, Asaías su hijo.

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El lugar para el templo

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Históricos > Primer Libro de Crónicas > El lugar para el templo (13:21:28 - 13:22:1)

En aquel tiempo, al ver David que Jehovah le había oído en la era de Ornán el jebuseo, ofreció sacrificios allí.

Por aquel entonces, el tabernáculo de Jehovah que Moisés había hecho en el desierto y el altar del holocausto estaban en el lugar alto de Gabaón.

David no pudo ir delante de él para consultar a Dios, porque estaba espantado a causa de la espada del ángel de Jehovah.

Entonces David dijo: “Aquí estará la casa de Jehovah Dios, y aquí estará el altar del holocausto para Israel.”

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Preparativos para el templo

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Históricos > Primer Libro de Crónicas > Preparativos para el templo (13:22:2 - 13:22:19)

Después David mandó que se reuniesen los extranjeros que habitaban en la tierra de Israel, y designó canteros que labrasen piedras para edificar la casa de Dios.

También preparó David una gran cantidad de hierro para los clavos de las hojas de las puertas y para las junturas, y bronce en tal cantidad que no se podía pesar. La madera de cedro era incalculable,

porque los sidonios y los tirios habían llevado a David gran cantidad de madera de cedro.

Entonces dijo David: “Mi hijo Salomón es joven e inmaduro, y la casa que se ha de edificar a Jehovah ha de ser grande y sublime, para renombre y gloria en todos los países. Yo, pues, haré los preparativos para él.” Y antes de su muerte David hizo muchísimos preparativos.

Entonces David llamó a su hijo Salomón y le mandó que edificase una casa a Jehovah Dios de Israel.

David dijo a Salomón: “Hijo mío, he tenido en mi corazón el anhelo de edificar una casa al nombre de Jehovah mi Dios;

pero vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo: Tú has derramado mucha sangre y has llevado a cabo grandes guerras. No edificarás una casa a mi nombre, porque has derramado delante de mí mucha sangre en la tierra.

Pero he aquí, te nacerá un hijo que será un hombre pacífico, y yo le daré reposo de todos sus enemigos de alrededor. Ciertamente su nombre será Salomón, y en sus días yo daré paz y tranquilidad a Israel.

El edificará una casa a mi nombre. El será para mí, hijo; y yo seré para él, padre. Y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre.

“Ahora pues, hijo mío, Jehovah sea contigo. Sé prosperado y edifica la casa de Jehovah tu Dios, como él ha hablado de ti.

Que Jehovah te dé inteligencia y entendimiento, para que cuando te comisione sobre Israel guardes la ley de Jehovah tu Dios.

Entonces serás prosperado, si cuidas de poner por obra las leyes y los decretos que Jehovah mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y sé valiente. ¡No temas ni desmayes!

He aquí que con grandes esfuerzos he provisto para la casa de Jehovah 100.000 talentos de oro y 1.000.000 de talentos de plata. El bronce y el hierro no pueden ser calculados por su cantidad. También he preparado madera y piedra, a lo cual tú añadirás.

Tienes contigo muchos obreros: canteros, albañiles, carpinteros y hombres expertos en toda obra.

El oro, la plata, el bronce y el hierro son incalculables. ¡Levántate y actúa! Y que Jehovah sea contigo.”

Asimismo, David mandó a todos los principales de Israel que diesen ayuda a su hijo Salomón. Y dijo:

“¿No está con vosotros Jehovah vuestro Dios? ¿No os ha dado paz por todas partes? Ciertamente él ha entregado en mi mano a los habitantes del país, y la tierra ha sido sometida delante de Jehovah y delante de su pueblo.

Dedicad, pues, vuestro corazón y vuestra alma a buscar a Jehovah vuestro Dios. Levantaos y edificad el santuario de Jehovah Dios, para traer el arca del pacto de Jehovah y los utensilios sagrados de Dios a la casa que ha de ser edificada al nombre de Jehovah.”

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Distribución y deberes de los levitas

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Históricos > Primer Libro de Crónicas > Distribución y deberes de los levitas (13:23:1 - 13:24:31)

Siendo David anciano y lleno de años, proclamó a su hijo Salomón rey sobre Israel.

Reunió a todos los principales de Israel, a los sacerdotes y a los levitas.

Fueron contados los levitas de 30 años para arriba, y su número, contados uno por uno, fue de 38.000 hombres.

Entonces dijo David: “De éstos, 24.000 serán para supervisar la obra de la casa de Jehovah, 6.000 para ser oficiales y jueces,

y 4.000 para ser porteros. Otros 4.000 han de alabar a Jehovah con los instrumentos que he hecho para rendir alabanza.”

David los distribuyó en grupos, de acuerdo a los hijos de Leví: Gersón, Cohat y Merari.

De los gersonitas, Ladán y Simei.

Los hijos de Ladán fueron tres: Yejiel fue el jefe, y después Zetam y Joel.

Los hijos de Simei fueron tres: Selomit, Haziel y Harán. Estos fueron los jefes de las casas paternas de Ladán.

Los hijos de Simei fueron: Yajat, Ziza, Jeús y Bería. Estos cuatro fueron los hijos de Simei.

Yajat fue el primero, y Ziza el segundo. Pero Jeús y Bería no tuvieron muchos hijos, por lo cual fueron considerados como una casa paterna con una sola función.

Los hijos de Cohat fueron cuatro: Amram, Izjar, Hebrón y Uziel.

Los hijos de Amrán fueron Aarón y Moisés. Aarón fue separado para ser dedicado para siempre, él y sus hijos, a las cosas más sagradas, para que ofrecieran incienso delante de Jehovah y para que le sirviesen y bendijesen en su nombre para siempre.

Los hijos de Moisés, hombre de Dios, fueron contados entre la tribu de Leví.

Los hijos de Moisés fueron Gersón y Eliezer.

Sebuel hijo de Gersón fue el jefe.

Rejabías hijo de Eliezer fue el jefe. Eliezer no tuvo otros hijos, pero los hijos de Rejabías fueron muy numerosos.

Selomit hijo de Izjar fue el jefe.

Los hijos de Hebrón fueron: Jerías el primero, Amarías el segundo, Yajaziel el tercero y Jecamán el cuarto.

Los hijos de Uziel fueron Micaías el primero e Isías el segundo.

Los hijos de Merari fueron Majli y Musi. Los hijos de Majli fueron Eleazar y Quis.

Eleazar murió sin tener hijos, sino sólo hijas; y los hijos de Quis, sus primos, las tomaron por mujeres.

Los hijos de Musi fueron tres: Majli, Eder y Jeremot.

Estos fueron los hijos de Leví según sus casas paternas; todos jefes de casas paternas, según fueron contados, en la lista de nombres, uno por uno. Desde los 20 años para arriba, llevaban a cabo la obra del servicio de la casa de Jehovah.

David dijo: “Jehovah Dios de Israel ha dado reposo a su pueblo y habitará en Jerusalén para siempre.

Y también los levitas no tendrán que transportar el tabernáculo ni ninguno de sus utensilios para su servicio.”

Así que, conforme a las últimas palabras de David, los hijos de Leví fueron contados, de 20 años para arriba.

Ciertamente su deber es estar al lado de los hijos de Aarón, para servir en la casa de Jehovah, en los atrios y en las cámaras, en la purificación de toda cosa consagrada y en lo que se debe hacer en el servicio de la casa de Dios.

Ellos disponen los panes de la presentación, la harina fina para la ofrenda vegetal, las galletas sin levadura, lo que se prepara en la sartén, lo que se mezcla y toda medida de capacidad y de longitud.

Ejercen su servicio cada amanecer, y asimismo al atardecer, para dar gracias y alabar a Jehovah,

y para ofrecer todos los holocaustos a Jehovah los sábados, las lunas nuevas y las demás festividades, continuamente delante de Jehovah, en el número necesario y de acuerdo con lo que ha sido establecido para ellos.

Así tienen a su cargo el cuidado del tabernáculo de reunión, el cuidado del santuario y el cuidado de sus hermanos, los hijos de Aarón, en el servicio de la casa de Jehovah.

Estos son los grupos de los hijos de Aarón. Los hijos de Aarón fueron: Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar.

Nadab y Abihú murieron antes que su padre, y no tuvieron hijos. Y Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio.

David, con Sadoc de los hijos de Eleazar y con Ajimelec de los hijos de Itamar, los organizó según sus funciones en su servicio.

Los hijos de Eleazar resultaron ser más numerosos que los de Itamar en cuanto a hombres principales, por lo que los organizaron así: De los hijos de Eleazar había dieciséis jefes de casas paternas, y de los hijos de Itamar había ocho, según sus casas paternas.

Los organizaron por sorteo, tanto a los unos como a los otros, pues había oficiales del santuario y oficiales de la casa de Dios entre los hijos de Eleazar y entre los hijos de Itamar.

El escriba Semeías hijo de Natanael, de los levitas, los inscribió en presencia del rey, de los magistrados, del sacerdote Sadoc, de Ajimelec hijo de Abiatar y de los jefes de las casas paternas de los sacerdotes y de los levitas. Designaron por sorteo una casa paterna para Eleazar y otra para Itamar.

La primera suerte tocó a Joyarib, la segunda a Jedaías,

la tercera a Harim, la cuarta a Seorim,

la quinta a Malquías, la sexta a Mijamín,

la séptima a Cos, la octava a Abías,

la novena a Jesúa, la décima a Secanías,

la undécima a Eliasib, la duodécima a Jaquim,

la decimotercera a Hupa, la decimocuarta a Jesebeab,

la decimoquinta a Bilga, la decimosexta a Imer,

la decimoséptima a Hezir, la decimoctava a Afses,

la decimonovena a Petajías, la vigésima a Ezequiel,

la vigesimoprimera a Jaquín, la vigesimosegunda a Gamul,

la vigesimotercera a Delaías, la vigesimocuarta a Maazías.

Estos fueron distribuidos para el servicio al entrar en la casa de Jehovah, conforme a lo establecido para ellos por medio de su padre Aarón, de la manera que le había mandado Jehovah Dios de Israel.

De los hijos de Leví que quedaron, fueron designados: Subael de los hijos de Amram y Jehedías de los hijos de Subael.

De Rejabías: Isías era el jefe de los hijos de Rejabías.

De los hijos de Izjar, Selomot. De los hijos de Selomot, Yajat.

De los hijos de Hebrón: Jerías el primero, Amarías el segundo, Yajaziel el tercero y Jecamán el cuarto.

De los hijos de Uziel, Micaías. De los hijos de Micaías, Samir.

El hermano de Micaías fue Isías; y de los hijos de Isías, Zacarías.

Los hijos de Merari fueron Majli y Musi; y de los hijos de Jaazías, Beno.

De los hijos de Merari, a través de Jaazías, Beno, Soham, Zacur e Ibri.

De Majli, Eleazar, el cual no tuvo hijos.

De Quis, el hijo de Quis fue Jerameel.

Los hijos de Musi fueron: Majli, Eder y Jerimot. Estos fueron los hijos de los levitas, conforme a sus casas paternas.

Estos también participaron en el sorteo, como sus hermanos los hijos de Aarón, tanto los jefes de casas paternas como el menor de sus hermanos, en presencia del rey David, de Sadoc, de Ajimelec y de los jefes de las casas paternas de los sacerdotes y de los levitas.

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