Libros Proféticos

El rollo volante

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Zacarías > El rollo volante (38:5:1 - 38:5:4)

Volví a alzar mis ojos y miré. Y he aquí un rollo que volaba.

El me preguntó: —¿Qué ves? Yo respondí: —Veo un rollo que vuela, de 20 codos de largo por 10 codos de ancho.

Entonces me dijo: —Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que roba (según consta en este lado del rollo) será excluido de acuerdo con ella; y todo el que jura en vano (según consta en el otro lado del rollo), será excluido de acuerdo con ella.

Dice Jehovah de los Ejércitos: “Yo la he hecho aparecer, y entrará en la casa del ladrón y en la casa del que jura falsamente en mi nombre. Permanecerá en medio de su casa y la consumirá junto con su madera y sus piedras.”

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La mujer en el efa

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Zacarías > La mujer en el efa (38:5:5 - 38:5:11)

Salió aquel ángel que hablaba conmigo y me dijo: —Por favor, alza tus ojos y mira lo que aparece.

Pregunté: —¿Qué es eso? Y él dijo: —Lo que aparece es una caja de efa. —Dijo además—: Esta es la iniquidad de ellos en toda la tierra.

He aquí que se levantó la tapa de plomo, y había una mujer sentada dentro de la caja.

Y él dijo: —Esta es la Maldad. Entonces la arrojó dentro de la caja y arrojó la tapa de plomo sobre la abertura.

Alcé mis ojos y miré; y he aquí que aparecieron dos mujeres con viento en sus alas, pues tenían alas como de cigüeña. Ellas levantaron la caja entre la tierra y el cielo.

Yo pregunté al ángel que hablaba conmigo: —¿A dónde llevan la caja?

Y él me respondió: —A edificarle casa en la tierra de Sinar. Y cuando esté lista, será puesta allá, en su lugar.

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Los cuatro carros

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Zacarías > Los cuatro carros (38:6:1 - 38:6:8)

Volví a alzar mis ojos y miré. Y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes. Aquellos montes eran de bronce.

En el primer carro había caballos rojos, en el segundo carro caballos negros,

en el tercer carro caballos blancos y en el cuarto carro caballos moteados y bayos.

Entonces pregunté al ángel que hablaba conmigo: —Señor mío, ¿qué son éstos?

Y el ángel me respondió diciendo: —Estos son los cuatro vientos de los cielos, que salen desde donde están, delante del Señor de toda la tierra.

Los caballos negros uncidos al carro salen hacia la tierra del norte; los blancos salen hacia el occidente; los moteados salen hacia la tierra del sur,

y los bayos salen e intentan recorrer la tierra. —Entonces dijo—: ¡Id, recorred la tierra! Y recorrieron la tierra.

Luego me llamó y me habló diciendo: —Mira, los que salen hacia la tierra del norte han aplacado mi Espíritu en la tierra del norte.

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Coronación simbólica de Josué

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Zacarías > Coronación simbólica de Josué (38:6:9 - 38:6:15)

La palabra de Jehovah vino a mí diciendo:

“Tomarás una ofrenda de los del cautiverio: de Heldai, de Tobías y de Jedaías, que han venido de Babilonia; y el mismo día irás a la casa de Josías hijo de Sofonías.

Tomarás la plata y el oro, y harás una corona. La pondrás sobre la cabeza del sumo sacerdote Josué hijo de Josadac.

Y le hablarás diciendo que así ha dicho Jehovah de los Ejércitos: ¡He aquí el hombre cuyo nombre es el Retoño brotará de su lugar y edificará el templo de Jehovah!

El edificará el templo de Jehovah. Tendrá gloria, se sentará en su trono y gobernará. Habrá un sacerdote junto a su trono, y habrá consejo de paz entre ambos.”

Heldai, Tobías, Jedaías y el hijo de Sofonías tendrán coronas para gracia y memorial en el templo de Jehovah.

Y los que están lejos vendrán y edificarán el templo de Jehovah. Así conoceréis que Jehovah de los Ejércitos me ha enviado a vosotros. Esto sucederá si escucháis atentamente la voz de Jehovah, vuestro Dios.

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El ayuno que Dios reprueba

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Zacarías > El ayuno que Dios reprueba (38:7:1 - 38:7:7)

Aconteció que en el cuarto día del mes noveno, es decir, en Quislev, del cuarto año del rey Darío, vino la palabra de Jehovah a Zacarías.

Entonces enviaron a Sarezer, a Reguem-melec y a sus hombres a la casa de Dios para implorar el favor de Jehovah,

y para hablar con los sacerdotes que estaban en la casa de Jehovah de los Ejércitos y con los profetas, a fin de preguntarles: “¿Debo hacer duelo en el mes quinto y ayunar, como he hecho desde hace algunos años?”

Entonces vino a mí la palabra de Jehovah de los Ejércitos, diciendo:

“Habla a todo el pueblo de la tierra y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunabais y hacíais duelo en los meses quinto y séptimo durante estos setenta años, ¿acaso ayunabais para mí?

Y cuando coméis y bebéis, ¿acaso no coméis y bebéis para vosotros mismos?

¿No son éstas las palabras que ha dado a conocer Jehovah por medio de los antiguos profetas, cuando Jerusalén estaba habitada y en paz, y estaban habitadas las ciudades en sus alrededores, y en el Néguev y en la Sefela?”

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