Libros Proféticos

Juicios contra las naciones vecinas

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Amós > Juicios contra las naciones vecinas (30:1:1 - 30:2:5)

Las palabras de Amós, uno de los pastores de Tecoa, sobre lo que vio acerca de Israel en los días de Uzías, rey de Judá, y en los días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto.

Dijo Amós: “¡Jehovah ruge desde Sion y da su voz desde Jerusalén! Se enlutan los prados de los pastores, y se seca la cumbre del Carmelo.”

Así ha dicho Jehovah: “Por tres pecados de Damasco, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque trillaron a Galaad con trillos de hierro,

enviaré fuego a la casa de Hazael, el cual devorará los palacios de Ben-hadad.

Romperé los cerrojos de Damasco, exterminaré a los habitantes del valle de Avén y al que porta el cetro en Bet-edén. Y el pueblo de Siria será llevado cautivo a Quir,” ha dicho Jehovah.

Así ha dicho Jehovah: “Por tres pecados de Gaza, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque llevó cautivo a todo un pueblo para entregarlo a Edom,

enviaré fuego al muro de Gaza, el cual devorará sus palacios.

Exterminaré a los habitantes de Asdod y al que porta el cetro en Ascalón. Volveré mi mano contra Ecrón, y perecerán los sobrevivientes de Filistea,” ha dicho el Señor Jehovah.

Así ha dicho Jehovah: “Por tres pecados de Tiro, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque entregaron cautivo a todo un pueblo a Edom y no se acordaron del pacto de sus hermanos,

enviaré fuego al muro de Tiro, el cual devorará sus palacios.”

Así ha dicho Jehovah: “Por tres pecados de Edom, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque persiguió con espada a su hermano y suprimió su compasión, y porque en su furor siempre ha destrozado y ha guardado continuamente el rencor,

enviaré fuego a Temán, el cual devorará los palacios de Bosra.”

Así ha dicho Jehovah: “Por tres pecados de los hijos de Amón, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque para ensanchar su territorio reventaron a las mujeres de Galaad que estaban encintas,

prenderé fuego en el muro de Rabá, el cual devorará sus palacios con clamor en el día de la batalla y con tormenta en el día de la tempestad.

Su rey irá al cautiverio, él y todos sus principales,” ha dicho Jehovah.

Así ha dicho Jehovah: “Por tres pecados de Moab, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque quemaron los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos,

enviaré fuego a Moab, el cual devorará los palacios de Queriot. Moab morirá en medio de alboroto, con clamor y sonido de corneta.

Yo quitaré al juez de en medio de ellos y junto con él mataré a sus magistrados,” ha dicho Jehovah.

Así ha dicho Jehovah: “Por tres pecados de Judá, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque despreciaron la ley de Jehovah y no guardaron sus decretos, y porque les hicieron errar sus mentiras tras las cuales anduvieron sus padres,

enviaré fuego a Judá, el cual devorará los palacios de Jerusalén.”

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Juicio contra Israel

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Amós > Juicio contra Israel (30:2:6 - 30:2:16)

Así ha dicho Jehovah: “Por tres pecados de Israel, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque venden por dinero al justo y al pobre por un par de zapatos,

codician hasta el polvo de la tierra que está sobre la cabeza de los empobrecidos y trastornan el camino de la gente humilde. Un hombre y su hijo tienen relaciones con la misma joven, profanando así mi santo nombre.

Sobre ropas retenidas en prenda se recuestan junto a cualquier altar, y en la casa de sus dioses beben el vino de los multados.

“Yo destruí delante de ellos al amorreo, cuya estatura era como la altura de los cedros y que era fuerte como una encina. Destruí su fruto arriba y sus raíces abajo.

Os hice subir de la tierra de Egipto y durante cuarenta años os hice caminar por el desierto y caminé con vosotros por el desierto para que poseyeseis la tierra del amorreo.

Levanté profetas de vuestros hijos, y nazareos de vuestros jóvenes. ¿No es esto así, hijos de Israel?, dice Jehovah.

Pero vosotros disteis de beber vino a los nazareos y a los profetas mandasteis diciendo: ¡No profeticéis!

Yo, pues, haré tambalear vuestros pies como se tambalea la carreta repleta de gavillas.

“El veloz no alcanzará refugio; al fuerte no le ayudará su fuerza, ni librará su vida el valiente.

El que toma el arco no resistirá, ni escapará el rápido de pies, ni el que monta a caballo salvará su vida.

El más valiente de los valientes huirá desnudo en aquel día,” dice Jehovah.

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El rugido del león

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Amós > El rugido del león (30:3:1 - 30:3:8)

Oíd esta palabra que Jehovah ha hablado contra vosotros, oh hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así:

“Solamente a vosotros he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades.

¿Andarán dos juntos, a menos que se pongan de acuerdo?

¿Rugirá el león en el bosque sin haber cazado presa? ¿Dará su rugido el cachorro de león desde su guarida sin haber atrapado algo?

¿Caerá el ave en la trampa en la tierra sin haber cazador? ¿Se alzará la trampa del suelo sin haber atrapado algo?

¿Se tocará la corneta en la ciudad y no se estremecerá el pueblo? ¿Habrá alguna calamidad en la ciudad sin que Jehovah la haya hecho?”

Así, nada hará el Señor Jehovah sin revelar su secreto a sus siervos los profetas.

Si ruge el león, ¿quién no temerá? Si habla el Señor Jehovah, ¿quién no profetizará?

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Destrucción de Samaria

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Amós > Destrucción de Samaria (30:3:9 - 30:4:3)

Proclamad en los palacios de Asdod y en los palacios de la tierra de Egipto, y decid: “¡Reuníos sobre los montes de Samaria y ved los muchos tumultos y la opresión que hay en medio de ella!

No saben hacer lo recto, los que atesoran violencia y despojo en sus palacios,” dice Jehovah.

Por tanto, así ha dicho el Señor Jehovah: “Un enemigo vendrá por todos los lados de la tierra. Echará abajo tus fortalezas, y tus palacios serán saqueados.

Así dice Jehovah: De la manera que el pastor libra de la boca del león dos piernas o la punta de la oreja, así escaparán los hijos de Israel que en Samaria se sientan en un borde de la cama o en un diván de Damasco.

“Oíd y testificad contra la casa de Jacob, dice Jehovah Dios de los Ejércitos.

El día en que castigue las rebeliones de Israel, también castigaré los altares de Betel. Serán derribados los cuernos del altar y caerán al suelo.

Yo golpearé la casa de invierno junto con la casa de verano, y las casas de marfil perecerán. ¡Muchas casas serán arruinadas!,” dice Jehovah.

Oíd esta palabra, oh vacas de Basán que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres, que quebrantáis a los necesitados, que decís a vuestros maridos: “¡Traed y bebamos!”

El Señor Jehovah juró por su santidad: “He aquí, vienen días sobre vosotras, en que se os llevará con ganchos, y a vuestros descendientes con anzuelos de pescar.

¡Saldréis por las brechas una tras otra, y seréis arrojadas hacia el Hermón!,” dice Jehovah.

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Aunque castigado, Israel no aprende

Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > Amós > Aunque castigado, Israel no aprende (30:4:4 - 30:4:13)

“¡Id a Betel, y rebelaos! ¡A Gilgal, y multiplicad la rebelión! ¡Traed de mañana vuestros sacrificios y vuestros diezmos al tercer día!

¡Quemad pan con levadura como ofrenda de acción de gracias! ¡Pregonad, anunciad ofrendas voluntarias, ya que eso es lo que os gusta, oh hijos de Israel!,” dice el Señor Jehovah.

“Por mi parte, yo os he tenido a diente limpio en todas vuestras ciudades, y con falta de pan en todos vuestros pueblos. Pero no os volvisteis a mí,” dice Jehovah.

“También os detuve la lluvia faltando tres meses para la siega. Hice llover sobre una ciudad, y sobre otra no hice llover. Sobre una parcela llovió, y la parcela sobre la cual no llovió se secó.

Acudían dos o tres ciudades a otra ciudad para beber agua, y no se saciaban. Pero no os volvisteis a mí,” dice Jehovah.

“Yo os golpeé con tizón y añublo. La langosta comió vuestros muchos huertos, vuestras viñas, vuestras higueras y vuestros olivos. Pero no os volvisteis a mí,” dice Jehovah.

“Envié entre vosotros una plaga, como en Egipto. Maté a espada a vuestros jóvenes, mientras vuestros caballos eran capturados. Hice que el hedor de vuestros campamentos subiese a vuestras narices. Pero no os volvisteis a mí,” dice Jehovah.

“Os trastorné, como cuando Dios trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis cual leño salvado del fuego. Pero no os volvisteis a mí,” dice Jehovah.

“Por tanto, de esta manera te haré, oh Israel. Y porque voy a hacerte esto, ¡prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel!”

Porque he aquí, el que forma las montañas y crea el viento y revela al hombre su pensamiento, el que hace a la aurora tinieblas y pisa sobre las alturas de la tierra, ¡Jehovah Dios de los Ejércitos es su nombre!

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