Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > JeremÃas > Juicios de Jehová contra Babilonia (24:51:1 - 24:51:64)
Asà ha dicho Jehovah: “He aquà que yo levanto un viento destructor contra Babilonia y contra los habitantes de Caldea.
Enviaré a Babilonia aventadores que la avienten, y devastarán su tierra; porque en el dÃa del mal estarán contra ella por todos lados.
No entese su arco el arquero, ni toque su cota de malla. No perdonaréis la vida a sus jóvenes. ¡Destruid por completo todo su ejército!
“Caerán los muertos en la tierra de los caldeos, y los heridos en sus calles.
Porque Israel y Judá no han enviudado de su Dios, de Jehovah de los Ejércitos. Ciertamente su tierra está llena de culpa contra el Santo de Israel.
“¡Huid de en medio de Babilonia! Librad, cada uno su vida, para que no seáis silenciados a causa de la maldad de ella. Porque es el tiempo de la venganza de Jehovah; él le dará su retribución.
Una copa de oro fue Babilonia en las manos de Jehovah; una copa que embriagó a toda la tierra. De su vino bebieron los pueblos, por lo cual se enloquecieron las naciones.
De repente ha caÃdo Babilonia y ha sido quebrantada. Lamentad sobre ella; tomad bálsamo para su dolor. Quizás sanará.
“Quisimos curar a Babilonia, pero no ha sanado. Abandonadla y vayamos, cada uno a su paÃs; porque el juicio contra ella ha llegado hasta el cielo y se ha levantado hasta las nubes.
Jehovah ha sacado a relucir nuestras justas demandas. ¡Venid y contemos en Sion de la obra de Jehovah nuestro Dios!
“Afilad las flechas; embrazad los escudos. Jehovah ha despertado el espÃritu de los reyes de Media; porque su propósito es contra Babilonia, para destruirla. Porque es la venganza de Jehovah, la venganza por su templo.
“Levantad bandera contra los muros de Babilonia; reforzad la guardia, poned centinelas, disponed las emboscadas. Porque Jehovah ha hecho un plan y realizará lo que ha dicho acerca de los habitantes de Babilonia.
Oh, tú que habitas junto a muchas aguas, rica en tesoros, ha venido tu fin, el colmo de tu codicia.
Jehovah de los Ejércitos ha jurado por sà mismo, diciendo: Yo te llenaré de hombres como de langostas, y contra ti levantarán grito de victoria.
“El hizo la tierra con su poder; estableció el mundo con su sabidurÃa y extendió los cielos con su inteligencia.
Cuando emite su voz, se produce un tumulto de aguas en los cielos. Hace subir la neblina desde los extremos de la tierra. Hace los relámpagos para la lluvia y saca el viento de sus depósitos.
“Todo hombre se embrutece por falta de conocimiento. Todo platero es avergonzado a causa de su Ãdolo. Porque sus Ãdolos de fundición son un engaño, y no hay espÃritu en ellos.
Son vanidad, obra ridÃcula; en el tiempo de su castigo perecerán.
No es como ellos la Porción de Jacob; porque él es el Hacedor de todo, e Israel es la tribu de su heredad. ¡Jehovah de los Ejércitos es su nombre!
“Una maza y un arma de guerra eres tú para mÃ. Por medio de ti destrozo naciones; por medio de ti destruyo reinos;
por medio de ti destrozo el caballo y a su jinete; por medio de ti destrozo el carro y a su conductor.
Por medio de ti destrozo al hombre y a la mujer; por medio de ti destrozo al anciano y al niño; por medio de ti destrozo al joven y a la joven.
Por medio de ti destrozo al pastor y su rebaño. Por medio de ti destrozo al labrador y su yunta; por medio de ti destrozo a los gobernadores y a los dirigentes.
“Ante vuestros ojos retribuiré a Babilonia y a todos los habitantes de Caldea, por todo el mal que ellos hicieron a Sion, dice Jehovah.
“He aquÃ, yo estoy contra ti, oh monte destructor, dice Jehovah, que destruyes toda la tierra. Extenderé mi mano contra ti y te haré rodar de las peñas. Te convertiré en monte quemado.
Nadie tomará de ti piedra para esquina ni piedra para cimiento, porque serás perpetua desolación, dice Jehovah.
“Alzad la bandera en la tierra y tocad corneta en las naciones. Reunid contra ella a las naciones; convocad contra ella a los reinos de Ararat, de Mini y de Asquenaz. Comisionad contra ella al capitán; haced subir caballos como langostas erizadas.
Reunid contra ella a las naciones, a los reyes de Media y a sus gobernadores, a todos sus dirigentes y a la tierra de su señorÃo.
La tierra tiembla y se retuerce; porque se ha cumplido todo el plan de Jehovah contra Babilonia, para convertir a Babilonia en una soledad, sin ningún habitante.
“Los valientes de Babilonia han dejado de combatir y han quedado en sus fortalezas. Se ha agotado su valor; se han vuelto como mujeres. Han incendiado sus casas, y sus cerrojos han sido rotos.
Un correo sale al encuentro de otro correo, y un heraldo al encuentro de otro heraldo, para informar al rey de Babilonia que su ciudad es tomada de extremo a extremo.
Los vados han sido tomados, los carrizales han sido quemados a fuego, y los hombres de guerra están aterrados.
Porque asà ha dicho Jehovah de los Ejércitos, Dios de Israel: La hija de Babilonia es como una era. Ya es tiempo de trilla. Dentro de poco le vendrá el tiempo de la siega.
“Nabucodonosor, rey de Babilonia, me ha devorado, me ha causado confusión. Me ha dejado como un vaso vacÃo; me ha tragado como un monstruo acuático. Ha llenado su estómago con mis delicadezas y a mà me ha expulsado.
¡Caiga sobre Babilonia la violencia hecha contra mà y mi carne!, dirá la moradora de Sion. ¡Caiga mi sangre sobre los habitantes de Caldea!, dirá Jerusalén.
“Por tanto, asà ha dicho Jehovah: He aquà que yo juzgo tu causa y llevaré a cabo tu venganza. Secaré las aguas de ella y haré que queden secas sus fuentes.
Babilonia será convertida en montones de escombros, en morada de chacales, en objeto de horror y de rechifla, sin ningún habitante.
A una rugirán como leones; gruñirán como cachorros de león.
Cuando estén en pleno calor les serviré sus banquetes; haré que se embriaguen, de modo que se alegren. Dormirán el sueño eterno y no se despertarán, dice Jehovah.
Los haré descender como corderos al matadero, como los carneros con los machos cabrÃos.
“¡Cómo ha sido tomada Sesac y fue capturada la que era alabada por toda la tierra! ¡Cómo ha llegado Babilonia a ser objeto de horror entre las naciones!
Las aguas han subido sobre Babilonia, y ha sido cubierta por el tumulto de sus olas.
Sus ciudades se han convertido en desolación, en tierra seca y desierta. Es una tierra en la cual nadie habitará; ni hijo de hombre pasará por ella.
Castigaré a Bel en Babilonia, y sacaré de su boca lo que ha tragado. Las naciones no afluirán más a él. ¡El muro de Babilonia ha caÃdo!
“¡Salid de en medio de ella, oh pueblo mÃo! Librad, cada uno su vida del ardor de la ira de Jehovah.
No sea que desmaye vuestro corazón y temáis a causa del rumor que se oye en la tierra. Dentro de un año vendrá un rumor, y después de otro año, otro rumor. La violencia cunde en la tierra, y gobernante contiende con gobernante.
“Por tanto, he aquà vienen dÃas en que castigaré los Ãdolos de Babilonia. Toda su tierra será avergonzada, y en medio de ella caerán todos sus muertos.
Los cielos y la tierra, y todo lo que en ellos hay, gritarán de alegrÃa por lo de Babilonia; porque del norte vendrán contra ella los destructores, dice Jehovah.
“Babilonia misma caerá por causa de los muertos de Israel; como por causa de Babilonia han caÃdo los muertos en toda la tierra.
Los que escapasteis de la espada, ¡marchaos; no os detengáis! Acordaos de Jehovah desde lejos, y esté Jerusalén en vuestra memoria:
Estamos avergonzados porque oÃmos la afrenta; el oprobio ha cubierto nuestros rostros, porque vinieron extranjeros contra los santuarios de la casa de Jehovah.
Por tanto, he aquà que vienen dÃas, dice Jehovah, en que yo castigaré sus Ãdolos, y en toda su tierra gemirán los heridos.
Aunque Babilonia suba hasta el cielo, y aunque fortifique en alto su baluarte, hasta ella llegarán de mi parte los destructores, dice Jehovah.
“Estruendo de griterÃo hay en Babilonia; gran quebrantamiento, en la tierra de los caldeos.
Porque Jehovah destruye Babilonia y quita de ella el gran bullicio. Sus olas rugen como caudalosas aguas, y resuena el estruendo de sus voces.
Porque el destructor ha venido contra ella, contra Babilonia, y sus valientes son tomados prisioneros. Su arco ha sido hecho pedazos, porque Jehovah es un Dios de retribución. Ciertamente él dará la recompensa.
“Embriagaré a sus magistrados, a sus sabios, a sus gobernadores, a sus dirigentes y a sus valientes. Dormirán el sueño eterno y no despertarán, dice el Rey, cuyo nombre es Jehovah de los Ejércitos.
Asà ha dicho Jehovah de los Ejércitos: La ancha muralla de Babilonia será demolida por completo. Sus puertas altas arderán en el fuego. Los pueblos habrán trabajado para nada, y las naciones se habrán fatigado sólo para el fuego.”
Estas son la palabras que envió el profeta JeremÃas a SeraÃas hijo de NerÃas, hijo de MaasÃas, cuando iba con SedequÃas, rey de Judá, a Babilonia, en el cuarto año de su reinado. SeraÃas era el jefe de campamento.
JeremÃas escribió en un libro acerca de todo el mal que habÃa de venir sobre Babilonia, todas las palabras que están escritas contra Babilonia.
JeremÃas dijo a SeraÃas: “Cuando llegues a Babilonia, cumple en leer todas estas palabras.
Y dirás: ¡Oh Jehovah, tú has dicho de este lugar que lo habrÃas de destruir, hasta que no quede en él quien lo habite, desde los hombres hasta los animales, y que serÃa una perpetua desolación.
“Cuando acabes de leer este libro, le atarás una piedra y lo arrojarás al Eufrates,
diciendo: Asà se hundirá Babilonia y no se levantará, a causa del mal que yo traigo sobre ella, de manera que serán abatidos.” Hasta aquà son las palabras de JeremÃas.