Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Libros Proféticos > IsaÃas > Mensaje de IsaÃas a Acaz (23:7:1 - 23:7:25)
Aconteció en los dÃas de Acaz hijo de Jotam, hijo de UzÃas y rey de Judá, que RezÃn rey de Siria y Pécaj hijo de RemalÃas y rey de Israel, subieron a Jerusalén para hacerle la guerra, pero no pudieron vencerla.
Entonces se le informó a la casa de David, diciendo: “Los sirios acampan en EfraÃn.” Y se le estremeció el corazón y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del bosque a causa del viento.
Entonces Jehovah dijo a IsaÃas: —Sal al encuentro de Acaz, tú y tu hijo Sear-yasuv, al extremo del acueducto del estanque de arriba, en el camino del Campo del Lavador,
y dile: “CuÃdate y ten calma. No temas, ni se acobarde tu corazón a causa de estos dos cabos de tizón que humean: por el furor de la ira de RezÃn y de Siria, y del hijo de RemalÃas.
Porque con EfraÃn y el hijo de RemalÃas, Siria ha planeado contra ti el mal, diciendo:
Vamos contra Judá, y desmembrémosla; abrámonos una brecha y en medio de ella pongamos por rey al hijo de Tabeel.
Asà ha dicho el Señor Jehovah: No sucederá, ni será asÃ.
Porque la capital de Siria es Damasco, y el caudillo de Damasco es RezÃn; pero dentro de sesenta y cinco años EfraÃn será destrozado hasta dejar de ser pueblo.
Asimismo, la capital de EfraÃn es Samaria, y el caudillo de Samaria es el hijo de RemalÃas. Si vosotros no creéis, ciertamente no permaneceréis firmes.”
Jehovah volvió a hablar a Acaz diciendo:
—Pide para ti una señal de parte de Jehovah tu Dios; de abajo en el Seol, o de arriba en lo alto.
Acaz respondió: —No pediré ni probaré a Jehovah.
Entonces IsaÃas dijo: —Escuchad, oh casa de David: ¿Os es poco el ser molestos a los hombres, para que también seáis molestos a mi Dios?
Por tanto, el mismo Señor os dará la señal: He aquà que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
El comerá leche cuajada y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.
Ciertamente, antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra de los dos reyes a quienes tienes miedo será abandonada.
Entonces Jehovah hará venir sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre, dÃas como no los ha habido desde el dÃa en que EfraÃn se separó de Judá; esto es, al rey de Asiria.
Acontecerá en aquel dÃa que Jehovah silbará a la mosca que está en el extremo de los rÃos de Egipto y a la abeja que está en la tierra de Asiria.
Y vendrán y se asentarán todos en las quebradas escarpadas, en las hendiduras de las peñas, en todos los espinos y en todos los lugares de aguas.
En aquel dÃa, con navaja alquilada de más allá del RÃo, es decir, con el rey de Asiria, el Señor rasurará la cabeza y el vello de las piernas, y quitará también la barba.
Acontecerá en aquel dÃa que un hombre criará una vaca y dos ovejas.
Y sucederá que a causa de la abundancia de leche, comerá leche cuajada. Porque todo aquel que quede en medio del paÃs comerá leche cuajada y miel.
Acontecerá también en aquel dÃa que el lugar donde habÃa mil vides, que valÃan mil siclos de plata, será para los espinos y para los cardos.
Con flechas y arco irán allá, pues toda la tierra será espinos y cardos.
Y en cuanto a todos los montes que eran labrados con la azada, no podrás ir allá por temor de los espinos y de los cardos. Sólo servirán como lugar para soltar los bueyes y para ser hollados por las ovejas.